martes, 24 de marzo de 2015






Estructura interna del Canto I de la Ilíada

1. Invocación  a la diosa (se presume que podría tratarse de Mnemosine, diosa de la memoria y madre de las musas inspiradoras, o Calíope, diosa del canto épico)
- Catáfora o Prolepsis, se anuncian las dos cóleras, la de Aquiles y la de Apolo pero no se revelan las causas.
2. Episodio Crises – Agamenón. Origen de la cólera de Apolo.
3. Súplica de Crises a Apolo.
4. La peste y la convocatoria al agora: a) Aquiles; b) Calcante pide protección; c) comienza la          querella entre Aquiles y Agamenón; d) Néstor intenta mediar.
5. Disolución del agora.
6. Criseida (esclava de Agamenón) y Briseida (botín de guerra de Aquiles).
7. Súplica de Aquiles a Tetis (Aquiles como semidiós)
8. Ulises en Crisa.
9. Tetis y Zeus en el Olimpo.
10. Zeus y Hera.
11. Hefesto intenta consolar a Hera, su madre.

lunes, 23 de marzo de 2015

Genealogías y mapas













 MATERIAL DE APOYO  - UNIDAD I – LITERATURA GRECOLATINA
Prof. Cecilia Pouso



Períodos en la literatura griega.

1. Período pre-homérico (siglos XX al IX a.C.)
Este período corresponde a la cultura creto-micénica, que hacia el siglo XIV es destruida por los aqueos que se establecen en el Peloponeso. Las distintas expediciones guerreras de los aqueos darán lugar a la llamada “Edad Heroica” que proporciona temas para la epopeya.

2. Período jónico-dorio (siglos IX al VI a.C.)
Es en Jonia, sobre las riberas del Asia Menor, que se revela el genio griego con sus primeras creaciones. En este período llegan a su esplendor la épica y la lírica. Los poemas homéricos son los únicos testimonios que se conservan de esta época.
La lírica se desarrolla entre los siglos VIII y VI. Al final de este período aparecen la prosa y la filosofía, si bien todavía con una importancia secundaria.

3. Período ático (siglos V y VI a.C.)
Entre otras razones, este período recibe su nombre del uso del dialecto ático en los géneros que se destacan. A su vez, se produce un desplazamiento desde Asia Menor hacia Ática del centro de influencia política, económica y cultural debido al predominio de Atenas después de las Guerras Médicas . Es el gran período creativo de la literatura griega. La gran creación literaria de esta época es el drama bajo sus diferentes formas: tragedia, comedia y drama satírico. Ahora el drama ocupa el lugar de la poesía lírica, que pasa a un segundo plano.

4. Período alejandrino (siglos III y II a.C.)
Las conquistas de Alejandro terminan con el predominio politico de Atenas y, por consiguiente, con su supremacía literaria. Alejandría, edificada por el conquistador, se transforma en pocos años en una de las más grandes ciudades del mundo. Se la reconoce entonces como el foco principal de la alta civilización griega, sin embargo, en el transcurso del siglo II a.C., Roma crece día a día y comienza a opacar el mundo griego. En el año 146 Grecia se convierte en una provincia romana y los griegos letrados o sabios terminan abandonando su patria. Desde el final de ese siglo se puede decir que Roma es realmente el centro del mundo civilizado.
Es en este período cuando se reúne gran parte de los mitos que llegan a nuestros días.





Formación de los poemas homéricos.

Los poemas más antiguos de la literatura occidental (y según algunos críticos, los más grandes) son la Ilíada y la Odisea, de Homero. Se trata de poemas épicos, es decir, largos poemas narrativos, compuestos cada uno de ellos por 24 libros o cantos, de extensión variable, entre 450 y 1200 versos. Las dos epopeyas hacen referencia a relatos de la edad heroica y tienen como trasfondo histórico la Guerra de Troya (sucedió realmente en el siglo XII a.C. y duró diez años)
En base a relatos legendarios (leyendas) y mitos, el argumento de la narración parte de que la causa de la guerra fue el rapto de Helena, una mujer inigualable en belleza, esposa de Menelao, hermano de Agamenón, rey de Micenas y líder del ejército griego. Helena fue raptada por Paris, hermano de Héctor, héroe del ejército troyano e hijo del rey Príamo; durante una visita a Esparta, ofendiendo el honor y también la hospitalidad de Menelao que lo había invitado. Ante esta situación, Menelao solicita ayuda a su hermano Agamenón, para vengar su honor. Así, se arma una flota que parte contra Troya. La Ilíada cuenta los acontecimientos que ocurren en los últimos cincuenta y un días del décimo año de la guerra.
Los poemas de Homero se sitúan en la Edad Arcaica. Presentan el mundo de la aristocracia panhelénica  que controla el poder económico, social y politico. La aristocracia es la protagonista y destinataria de los poemas épicos. Esta literatura es testimonio de los valores sociales, politicos y éticos de esta clase social.
La Ilíada y la Odisea tienen su origen en la poesía oral y se plasman por escrito en torno al siglo VIII a.C. El texto que manejamos hoy es producto de una labor exhaustiva de eruditos helenísticos que trataron de devolverle al texto su forma primitiva.
Los poemas homéricos tienen como punto de partida mitos griegos. Los mitos también se conforman a partir de reelaboraciones de remotos hechos históricos, transformados por el tiempo y por la transmisión oral.
En el siglo VIII se introduce el alfabeto en Grecia. La escritura será el vehículo de fijación definitiva de los poemas y marca el pasaje de la cultura oral a la escrita. Tanto la Ilíada como la Odisea presentan un sistema formulario  que indica que pertenecieron originariamente a una cultura de la oralidad.

Se pueden distinguir dos etapas en el proceso de formación de los poemas homéricos:
a- Aédica (Los aedos, del griego ἀοιδός, aoidós, «cantor», en la Antigua Grecia eran artistas que cantaban epopeyas acompañándose de un instrumento musical. Los aedos fueron más o menos el equivalente de los bardos celtas) En esta etapa la transmisión del poema es exclusivamente oral, lo cual mantiene al texto en un estado de permanente reelaboración. Se recitaban las composiciones públicamente y de manera fragmentaria, por episodios sueltos o ligados por un tema.
b- Rapsódica. Esta etapa corresponde a la fijación definitiva del texto y su conservación escrita. El rapsoda es un co-creador de la narración final ya que se encarga de organizar y vincular las distintas composiciones en un solo relato. Para ello utiliza distintos recursos: estilo o discurso formulario, reiteración de versos, temas y motivos estandarizados, uso de epítetos. A su vez, se utiliza el hexámetro dactílico que le aporta unidad rítmica a la composición final.

Homero y “la cuestión homérica”.

Los griegos atribuían estos dos grandes poemas a Homero. Los estudiosos han demostrado que ambas epopeyas constituyen, en realidad, la culminación de una larga tradición de poesía oral. A lo largo de los siglos hasta su fijación por escrito en el siglo VIII a. C., se habrían incorporado los relatos e interpolaciones que componen los textos que hoy conocemos.
El análisis interno de la Ilíada indica que fue compuesta entre el 750 y el 700 a. C. en Jonia. Muchos de los especialistas coinciden en señalar que la Odisea no fue compuesta por el mismo autor, ya que hay diferencias considerables de estilo y de tono entre los dos poemas. Ambos muestran características de la épica oral. Fueron compuestos para ser recitados o cantados en voz alta con acompañamiento musical. Los hechos narrados, los temas recurrentes y gran parte de los versos corresponden a las características de la poesía épica de transmisión oral, pero la estructura de los poemas, la clara y consistente caracterización de los personajes principales y la atmósfera de cada poema,  tradicionalmente se atribuye a Homero por la composición y unidad de ambas obras.
Apenas existen testimonios fiables del poeta: con toda probabilidad, él mismo era un aedo que vivió y trabajó en Jonia, según se deduce del predominio del dialecto jonio en sus poemas y del conocimiento bastante preciso de la región cercana a Troya. El estudio de la lengua y las referencias de los poemas permiten datar solo de forma aproximada la composición de las obras: la Ilíada, hacia la mitad del siglo VIII, y la Odisea, cerca del fin del mismo siglo. De hecho, las notables diferencias que presentan los dos poemas en la construcción técnica, el estilo, la lengua e, incluso, la concepción del mundo han llevado a algunos estudiosos a afirmar que, en realidad, se trata de obras de autores diferentes; otros, sin embargo, argumentan que tales diferencias se pueden explicar perfectamente como el fruto de la evolución artística desde la juventud a la madurez de un único poeta, Homero. Pero ninguna de las dos posiciones resulta concluyente.
Homero, con la Ilíada y la Odisea, supone para nosotros el comienzo de la literatura griega. Estas obras recogen las hazañas de un tipo especial de hombre: los aristós (hombre distinguido, noble, aristócrata). Homero da forma definitiva a esa diversidad de leyendas que se recitaban en forma aislada.

La religión griega y sus dioses.

Para los griegos, la religión surge de la necesidad de dar explicación a fenómenos de la naturaleza y de la vida humana. Por eso divinizaban los fenómenos que no podían explicar.
La religión griega es politeísta, antropomórfica, natural y por tanto, carece de un dogma al que los hombres puedan ceñirse. También es una religión aristocrática, cuyos dioses son el reflejo de la sociedad noble jónica y están sujetos a una ordenación jerárquica. Los dioses han sido creados a imagen y semejanza de los hombres. Poseen sus mismos defectos y pasiones pero son inmortales, eternamente jóvenes y despreocupados, se alimentan de néctar y ambrosía. Mantienen rivalidades entre ellos, durante la guerra, toman partido por uno u otro bando y tienen héroes predilectos. Solo hay una fuerza que está por encima de los dioses y se puede identificar con el Destino, el nombre griego es moira. A esta fuerza están sometidos héroes y dioses.

El héroe griego

Genealógicamente están emparentados con los dioses y suelen ser antepasados de alguna familia ilustre.
Durante la narración de los enfrentamientos en el campo de batalla, son frecuentes los combates singulares (enfrentamiento entre dos héroes aislados, sin apoyo del ejército), que destacan la destreza de estos héroes en la lucha. Estos aristoi son los mejores entre los guerreros y el resto de los hombres dependen de ellos.
El héroe siempre está dispuesto a morir en la lucha, como prueba de su heroísmo.
Este comportamiento que define al guerrero como un héroe destacado entre los demás guerreros, se conforma también a partir de una cierta moral y características que se definen como parte del areté, propio de los aristoi (de la palabra aristós: distinguido, selecto). El areté es la expresión del más alto ideal caballeresco unido a una conducta cortesana (de la corte, propio de la nobleza) y a un heroísmo guerrero. Por tanto, el areté es el atributo del hombre noble que posee destreza y fortaleza física para la guerra. También dentro del concepto se incluyen determinadas “excelencias espirituales”: valor, elocuencia (dominio de la palabra, capacidad para convencer a los otros), sabiduría; así como “excelencias morales y religiosas”: moderación, temor a los dioses (en el sentido de respeto, humildad para no caer en falta de hybris) y piedad.
El orgullo de la nobleza se funda en los antepasados gloriosos, cuya memoria y grandeza hay que mantener y aumentar día a día. El noble prueba su superioridad en el combate y consiguiendo la victoria, donde puede desplegar su heroísmo, destreza y fuerza. El hombre común y corriente no tiene areté. El areté necesita ser reconocido por los demás, por la sociedad a la que pertenece el guerrero. El botín de guerra es el testimonio de la valentía del héroe en la lucha. Eso explica que Aquiles decida retirarse del combate cuando Agamenón le quita a su esclava, Briseida, esta es una forma de negar el desempeño valiente del Pélida durante el combate.
La muerte del héroe en combate perfecciona el areté, preservando su fama y su gloria en la memoria de los hombres.

Palabras-clave:
Épica, epopeya, aedo, rapsoda, mito, mitología, moira, aristós, aristeia, areté, hybris, sofrosine.